Concentración de CGT en Valladolid contra el cierre de Nissan

  Este jueves 25 de Junio, ha tenido lugar una concentración, a las 19:00 horas, en la Plaza del Portugalete de Valladolid, convocada por CGT, para apoyar a las personas afectadas tras el anuncio de cierre de la multinacional Nissan. Con estas acciones, desde la CGT pretendemos difundir el mensaje de unidad de acción que tiene que tener toda la clase trabajadora ante los ataques que sin miramientos se están cometiendo contra miles de personas por parte de un sistema capitalista al que hay que combatir con más acción directa y solidaridad entre trabajadores y trabajadoras.
Desde CGT afirmamos que la única vía frente a los ataques de la patronal y el capitalismo pasa por posturas solidarias de lucha, apoyo mutuo y acción directa en defensa de la vida de 25.000 familias.
De esta forma, Valladolid y varias localidades más del estado español, se suman a las acciones que desde CGT se vienen llevando a cabo en las últimas semanas, tras la decisión de la empresa el pasado 28 de mayo consistente en clausurar las factorías de Catalunya.
CGT hace un llamamiento a toda la sociedad para que respalde y apoye estas acciones, y anima a todas las personas de clase trabajadora a unirse no solo en la lucha de los compañeros de Nissan, sino en todas las que supongan una defensa a ultranza de los derechos y libertades de nuestros compañeros y nuestras compañeras de clase en unos momentos muy difíciles que sin duda querrán ser aprovechados para imponer más recortes, más precariedad y más explotación a las mismas de siempre.

NISSAN NO SE CIERRA
Siempre es igual, cada cierto tiempo, siempre con una excusa, la clase trabajadora nos vemos metidos de lleno en una crisis económica, y siempre es lo mismo, hay una crisis y la tiene que pagar la clase trabajadora. Esta vez ha sido el Covid-19, un drama sanitario a nivel mundial que ha trastocado la vida de todos. Una pandemia tan letal que nos ha obligado a confinarnos en nuestras casas y poner en modo pausa todos los aspectos de nuestras vidas, nuestras relaciones personales, nuestro ocio y el sistema económico que debería velar por nuestro bienestar, y aquí está el gran problema que nos atañe, cuando una situación crítica requiere de
un esfuerzo, de ser responsables y de ser solidarios, ahí está siempre la clase trabajadora dispuesta a arrimar el hombro, pues sabemos que un problema que nos afecta a todos, requiere de una respuesta conjunta. Pero este sistema económico da cobijo y hace fuertes, a los estamentos más despreciables de la sociedad, las grandes fortunas, los inversores, las corporaciones, las multinacionales. A estas alturas de la película, todos deberíamos tener claro que esta sociedad se divide en dos clases, los que tenemos que trabajar todos los días para llenar la nevera, y los que trabajan, cuando trabajan, solo por la avaricia de tener más y más, estos últimos, los que mejor posicionados están en esta sociedad, esos a los que no les afectan las crisis, son sin embargo, los que no arriman el hombro en los momentos difíciles, en lugar de ayudar, intentan sacar un provecho aun mayor. Todos los que trabajamos de un modo u otro para estas multinacionales estamos sufriendo en nuestras carnes la nueva ola de recortes que están intentando imponer estos sinvergüenzas, E.R.T.E´s, E.R.E´s, y retrocesos en los derechos de los trabajadores. Estas alimañas están presionando, corrompiendo y amenazando
al resto de la sociedad, para volver a saquear las arcas públicas que se nutren con nuestros impuestos. Y esto es así en todas y cada una de las crisis que van surgiendo de forma cíclica como si estuvieran programadas, empobreciendo cada vez más a la clase trabajadora, mientras que ellos, en cada crisis que pasa, acumulan más riquezas.
Escribimos hoy estas palabras porque creemos que ya es hora de parar los pies a estos gigantescos monstruos de la economía. Siempre a lo largo de la historia, hay momentos puntuales, que son origen a los cambios fundamentales en la sociedad. Lo importante para nosotros es saber verlos y actuar a tiempo. Y ahora mismo nos encontramos ante uno de esos momentos, si nos quedamos en casa, si no hacemos nada, esta crisis nos dejará más pobres y pagando las deudas que están contrayendo los estados, para inyectar más dinero en los bolsillos de las clases privilegiadas. Pero si en lugar de quedarnos en casa sin hacer nada,
salimos a la calle a defender los derechos de la clase trabajadora, puede que la cosa cambie. Si tomamos conciencia de clase y nos damos cuenta que cuando pisotean los derechos de un trabajador o trabajadora en Cantabria, Andalucía o Móstoles, están pisoteando los nuestros también, puede que la cosa cambie. Si nos damos cuenta que tenemos tanta fuerza o más que las élites financieras, que nosotros somos la mano de obra que saca adelante sus productos, y los consumidores finales de sus productos, y que sin nosotros, ni pueden producir, ni pueden vender, puede que la cosa cambie. Si somos conscientes de que si hoy la clase trabajadora apoya en las calles a los compañeros de Nissan en Barcelona, si la clase trabajadora hace un estricto boicot a Nissan, a Renault, a Mitsubishi y a cualquiera que vaya a sacar un beneficio económico a costa de las 25.000 familias que se van a quedar en la calle, las cosas cambiarán.
Porque estos despreciables y sinvergüenzas de las clase privilegiadas, cuando nos vean unidos sentirán el miedo y la incertidumbre en sus carnes, porque estando unidos somos más fuertes que ellos, porque la unidad es nuestra fuerza y su mayor miedo.
Por eso hacemos este llamamiento a la clase trabajadora en todo su conjunto, a asistir las concentraciones en apoyo a l@s trabajador@s de Nissan Barcelona, porque del bienestar de unos pocos depende el bienestar de todos, porque del trabajo de unos pocos depende el trabajo de todos. Nos quedamos en casa para velar por la salud de todos, ahora nos toca salir a la calle para defender los derechos de todos