La Confederación General del Trabajo (CGT) ha reclamado en el ComitéIntercentros de Telefónica, que ese importe -de entre 2.718.000 y3.494.575 euros cada mes, sólo en prestaciones contributivas- si no esutilizado en beneficio de la sociedad, al menos se traduzca en la creaciónde empleo, que es otra forma de generar riqueza en un país sacudido porlas especulaciones financieras, y gobernado realmente por instancias ypersonajes ajenos.
Lamentablemente, las organizaciones sindicales avalistas del ERE, mayoríaen ese comité, han hecho oídos sordos a una propuesta que ni debe ni puedeestar sujeta a sectarismos o siglas. Pensar sólo en primera persona dejasin futuro a nuestra descendencia y a la suya. ¿Eso es lo que aceptan estossindicatos?
En un momento histórico importante con más de cinco millones de personas enparo, los hijos e hijas de todas y de todos reclaman acciones solidarias ycompromisos reales de aquellas empresas que generan notables beneficios apesar de la crisis con la que, machaconamente, desde la casta privilegiada,se sigue castigando e incluso culpando a quienes tienen la condición máshumilde y desprotegida.
El Estado y especialmente el Gobierno tienen su cuota de responsabilidad,pero al Partido Popular le es más sencillo imponer, a partir de febrero,un incremento del IRPF que exigir a Telefónica que pague lo que por ley lecorresponde. El esfuerzo o es solidario o se convierte en un actoautoritario.
Salud y libertad