La visita del Papa o la vergonzante censura

 

A la vista de la actitud de los medios de comunicación locales, con carácter general aunque noconocemos de excepción alguna, desde CGT debemos mostrar nuestro más profundo rechazo aesta línea informativa.

Sinceramente CGT no esperaba casi otra respuesta que la que han dado dichos medios a su notade prensa. En realidad no ha habido sorpresa, ni incredulidad, sino la misma decepción de otrasveces, y por los mismos o distintos motivos. Decepción no por CGT, que ya conoce y ha probadode la indeseable censura sino por la opinión pública, a mucha de la cual CGT no llega a través deotros canales propios y que tiene pleno derecho a saber o conocer de otros puntos de vistaaunque sean antagónicos. Eso pasa a CGT con este y otros asuntos a los que los medios deinformación general dan el tratamiento que consideran oportuno, aunque con ello provoquen elempacho y el hartazgo de la opinión pública en general y de una parte de la sociedad enparticular, cual es el caso que nos ocupa.

Pues bien, hay que estar leyendo, viendo o escuchando pormenores mayores o menores sobrelos acontecimientos de todo tipo y a todas horas relacionados con el papa católico y con loscatólicos pero sin embargo esos mismos medios de información que tanto proclaman suPLURALIDAD, SU AUTONOMÍA E INDEPENDENCIA son incapaces de mostrar, mejor dichocensuran, informaciones de otras fuentes. Una censura hacia otros que lo que revela en realidades una actitud de autocensura de los propios medios. Una conducta, más que reprobable,mezquina y cobarde que lo único que resalta es la escasa capacidad para informar y la nulacredibilidad de lo que se informa, a pesar de que lo que se informe sea cierto. Porque en estecomo en otros casos no está en cuestión tanto lo que se dice como lo que no se dice. Porejemplo, aquello que como siempre que está la iglesia católica por medio sólo genera miedo,prejuicios y una censura despreciable.

Y mientras desde el otro lado de la realidad de la fe se respeta a esta sea cual sea y, porsupuesto, a las personas que la profesan y que hacen gala públicamente de ella, tenemos queseguir soportando una demostración de fuerza, prepotencia e imposición de gobierno, políticos einstituciones públicas absolutamente soez, haciendo gala de un fundamentalismo repugnante pormás que unos y otros se vistan de demócratas, tolerantes y respetuosos.Mientras tanto en la historia, en el ambiente y en la mente de todos siguen rezumando comogolpes de conciencia la verdad y la realidad; aquellas que hablan de la preconstitucionalidad deunos Acuerdos Estado Español-Vaticano que nos siguen esclavizando, de un estado aconfesionalconfuso y vergonzante y de unos datos que en absoluto avalan pero sí contradicen el caráctermayoritario del catolicismo en España.

Mientras tanto la Libertad es ofendida, la Dignidad se resiente y el Derecho se quiebraporque la Imposición y la Prepotencia se imponen por la fuerza, la mentira ….. y la censura.

Segovia, 16 de agosto de 2011