LOS TRABAJADORES DE SIRO EN TORO SE OPONEN AL PLAN DE COMPETITIVIDAD DEL GRUPO

En la concentración celebrada este martes en las puertas de la fábrica toresana, además de trabajadores, también han participado representantes de los sindicatos CSIF, CC OO, UGT, USO y CGT.

Los comités de empresa de las tres fábricas de la región anuncian que «no darán un paso atrás» en la defensa de los derechos de los empleados.

Los miembros de los comités de empresa de las tres fábricas de Cerealto Siro Foods en Castilla y León, acompañados por dirigentes sindicales y trabajadores, se han concentrado este martes en las puertas de la planta en Toro para mostrar su rechazo a las pretensiones del grupo de implantar un convenio colectivo único para todas las plantillas, que se enmarca en un nuevo plan de competitividad.

Durante tres horas, los manifestantes han permanecido en las puertas de la fábrica para dar a conocer su “situación laboral” y que, como explicó la presidenta del comité de empresa de la planta toresana, María José de la Iglesia, se resume en la intención del grupo en recortar derechos a los trabajadores, pero como advirtió “no estamos dispuestos a dar ni un paso atrás”.

Destacó De la Iglesia que, en la actualidad, no existe ningún tipo de negociación con la empresa porque su pretensión es implantar su plan de competitividad, pero “no nos vamos a sentar en ninguna mesa a negociar nada que suponga un recorte de derechos”.

En este punto, remarcó que la intención del grupo es modificar salarios o antigüedad, lo que supondría para los empleados reducir derechos laborales “a menos del mínimo de lo que marca el Estatuto de los Trabajadores”.

A modo de ejemplo, citó que si se aplican las modificaciones que pretende la empresa, el recorte salarial podría alcanzar los 500 euros mensuales por cada trabajador, al margen de que «nos ofrecen trabajar domingos y festivos sin cobrar y con total disponibilidad”.

En este sentido, De la Iglesia remarcó que el origen del conflicto laboral es la “mala gestión” del grupo que, ahora pretende subsanar con un plan de competitividad, que quiere aplicar a costa de “nuestro salario y de nuestro esfuerzo”. Además, explicó que la empresa responsabiliza de su actual situación económica “a Mercadona” o al encarecimiento de la materia prima cuando, en su opinión, el problema radica en su gestión, porque no ha sabido captar a nuevos clientes.Subrayó De la Iglesia que los trabajadores de Siro han acudido a sus puestos de trabajo durante la pandemia, han sido incluidos en un ERTE, pero en la actualidad “quieren que vengamos a trabajar gratis”.Por último, destacó la “unidad” de todos los comités de empresa y de las diferentes plantillas de las tres fábricas, que suman unos 1.500 empleados en Castilla y León y, aunque es consciente de que el conflicto laboral podría derivar en despidos remarcó que “no aceptamos su propuesta” y que para defender los derechos de los trabajadores se estudiarán otras medidas de presión. En la concentración celebrada este martes en las puertas de la fábrica toresana, además de trabajadores, también han participado representantes de los sindicatos CSIF, CC OO, UGT, USO y CGT.