CGT DENUNCIA QUE EL INCENDIO DE ÁVILA PODRÍA HABERSE PRODUCIDO EN SEGOVIA.

Este fin de semana pasado, hemos visto desde muy diversos puntos de la provincia de Segovia como la calima iba dejando paso a una nube humo cubría todo el frente de la sierra segoviana empujada por el viento de sur, que en Ávila avivaba las llamas para continuar quemando la masa forestal situada en la Sierra de la Paramera y de los Baldios, acercándose a muy diversas poblaciones, ubicadas en las mismas.

Recordamos entonces lo sucedido en la Granja de San Ildefonso hace unos años, en 2019 cuando un 4 de agosto, el fuego arrasó una superficie de 400 hectáreas. A la fecha del presente, la Consejería de Fomento y Medio ambiente, mediante declaraciones de su consejero ha reconocido que al menos se han calcinado 20000 hectáreas, es decir más 50 veces lo calcinado aquí, si no son más, con el consiguiente daño medioambiental.

Esta circunstancia por suerte no se ha dado en nuestra provincia y digo por suerte, porque cualquier acción fortuita podría haber acabado en una circunstancia muy similar a lo acontecido en Ávila, ya que, la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León, es la única responsable de esta circunstancia. Podrá el consejero excusarse “en la ola de calor, con más de 35º C, menos del 4% de humedad o vientos de hasta 70 km que en la zona no se habían visto”, declaraciones en el programa de la cadena Ser, hoy por hoy el 17 de agosto a las 9:50 horas, pero claro, la parte que no cuenta el Consejero, es como la consejería mantiene o tiene a sus Servicios Territoriales de Medio Ambiente ni a sus masas forestales.

Los Servicios Territoriales, en este caso hablamos del de Segovia, merece una mención especial, pues tanto funcionarios como personal laboral tienen que lidiar cada día con más carencias para el desarrollo de su actividad. Estas carencias, son suplidas por su ilusión y denodado esfuerzo y trabajo para que no pase esto que ha sucedido, pero claro a todo no llegan.

El personal laboralcada vez más escaso en este servicio territorial y casi solo presente en la época estival para la vigilancia de incendios y la extinción de los mismos, pues cabe recordar que los incendios se apagan en invierno con trabajos continuos sobre las masas forestalesinvirtiendo en campañas de prevención antes de que se produzca el incendio forestal, pues una vez que se ha producidosolo queda tirar el dinero del contribuyente, como lo hacen los aviones y helicópteros sobre el fuego con el agua, en los trabajos de extinción y repoblación futuros.

El Servicio Territorial de Medio Ambiente de Segovia, como ejemplo, cuenta con 14 plazas de tractoristas de las cuales sólo 4 están permanentemente ocupadas, es decir un 71% de las plazas vacantes, en cuanto a peones forestales, la cosa no mejora, teniendo solo 2 plazas ocupadas de un total de 19, es decir 90 % de los puestos de trabajo están libres. Este conjunto de trabajadores, durante el invierno y fuera de los periodos estivales debería dedicarse a los trabajos silvícolas tales como podas, cortas, recogida de ramas, mantenimiento general de los montes, gradeo de los cortafuegos, es decir manteniendo las masas forestales en buen estado, en resumen una total falta de medios personales dedicados a la prevención y trabajos silvícolas en la provincia de Segovia gracias a la actitud de la Consejería, que impide la dotación de medios personales al Servicio Territorial.

El operativo de extinción de incendios, compuesto por oficiales 1ª conductor, peones de motobombas y escuchas de incendios, que parece que a mediados de este mes de agosto, se ha ido “entonando”, cubriendo las plazas vacantes que aún continuaban sin trabajador alguno, los puestos de vigilancia sin vigilante en alguno de sus turnos, alguna de las motobombas sin conductor o lo que es peor con el vehículo averiado durante largo tiempo debido a la falta de mantenimiento de estos en invierno, solucionando esta circunstancia con el “préstamo” de un vehículo motobomba de otro Servicio Territorial de la Junta de Castilla y León.

Reivindicar aquí las circunstancias en las que los trabajadores de incendios realizan su labor, con equipos obsoletos, sin mantenimiento preventivo y como ya se ha dicho en algunos casos en malas condiciones de funcionamiento, con accesos a los puestos de trabajo en muy malas condiciones, poniendo sus propios vehículos para acceder por pistas forestales en muy mal estado, lo que ha producido múltiples averías a los coches de los trabajadores; estado de las torres de vigilancia que en muchos de los casos no cumplen con la normativa de prevención, con elevadas temperaturas en su interior, superando los 35º C durante las olas de calor o en caso de lluvias, encharcadas por las goterasbarandillas de protección podridas o con pendientes de acceso demenciales, escalones deteriorados con el riesgo de caída desde elevadas alturas; falta genérica de formación de estos trabajadores, adquiriendo la misma con la experiencia en el puesto de trabajo y no con procedimientos formativos apropiados; los trabajadores deben en algunos casos adquirir sus propios prismáticos para la realización del trabajo, debido a que o no se aportan o los que se dan para los mismos, están ya muy deteriorados; el estado de las comunicaciones pues los escuchas de incendios deben de llevarse las baterías y lo equipos a cargar a su casa, pues muchas de las torres no cuentan con fuente de alimentación o suministro eléctrico alguno y un largo etcétera de circunstancias, que denota como la Consejería no pone los medios para llevar a cabo las labores de los empleados públicos en las condiciones adecuadas.

El incendio de Ávila está siendo devastador, pero simplemente es el reflejo de la actuación que durante años se ha venido desarrollando desde la Consejería, con su Consejero a la cabeza, con la política del desmantelamiento de los servicios públicos, la ejecución de trabajos por empresas privadas o semipúblicas, con el consiguiente sobre coste para la administración y la ciudadanía.

La contratación de empleados públicos para la realización de los trabajos, conllevaría múltiples beneficios socioeconómicos, los empleados públicos somos más baratos, así como para el medio rural y las masas forestales, un empleo digno y de calidad para los trabajadores forestales, que estos trabajos si sean supervisados por la administración pues al ser realizados por la misma, las condiciones en las que quedarían estos ecosistemas serían las adecuadas, al primar la calidad en la ejecución sobre la cantidad de lo ejecutado, se llevarían los trabajos en tiempo y forma, en invierno y adecuadamente, dedicando el verano para las labores exclusivas de vigilancia y control de los hábitats, así como reduciendo el presupuesto destinado a la extinción de incendios y posterior reforestación, debido a esa mejora en las masas forestales, se evitaría la despoblación rural y fijación de la población de las diversas comarcas de la provincia, pues muchas de las plazas existentes y desocupadas están repartidas por la geografía provincial, se generaría riqueza en el medio rural, al poner en valor las masas forestales de la provincia, con el continuo auge del turismo rural.

Por todo ello, que la Junta de Castilla y León y sus responsables políticos comiencen a trabajar de verdad por la conservación de nuestro medio ambiente, por el desarrollo rural y evitar la despoblación de nuestra comunidad, no siendo solo el texto de las campañas publicitarias o electorales cuando conviene y que de forma reiterada escuchamos en los distintos medios de comunicación, sino la piedra angular de sus políticas y de nuestro desarrollo como comunidad.