El caso de esta pareja es un ejemplo de las cláusulas abusivas que han aplicado los bancos a muchas familias. En este caso los propios padres de Laura fueron engañados, pues se les dijo que serían meros avalistas de su hija y en ningún momento fueron advertidos de que su casa también quedaría hipotecada. Además la tasación del banco sobre la propia vivienda comprada superaba el importe de la hipoteca en un 15%. Después de 6 años pagando puntualmente (los 5 primeros sólo intereses, ni un euro de capital) y por la situación de desempleo de la pareja, se produjo el impago de la hipoteca. La entidad no ha querido aportar una solución viable en un caso de insolvencia sobrevenida de buena fe. Cláusulas como la ampliación de la hipoteca sobre otros bienes, si los iniciales se devalúan un 20%, los intereses de mora del 18%, o la posible cesión de la hipoteca y los derechos de cobro a un tercero por parte de UCI, ponen de manifiesto un fraude en toda regla, una avidez sin escrúpulos.
Pues bien, ahora UCI quiere quedarse con la vivienda de Laura e Iván y además vender la casa de los padres de ella para completar el pago. De esta manera dejarían en la calle a una familia con una niña pequeña y a sus abuelos jubilados.
Por eso nos concentraremos este viernes 3 a las 12h en la calle María de Molina, 7 (entrada de las Francesas). Basta ya de usura, las viviendas no son activos financieros. Es vergonzoso que los bancos impongan la ley del mercado por encima de los derechos de los ciudadanos. Te esperamos
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