La Junta fiscaliza a los centros públicos y recorta a traición

 

Cómo podemos llamar a alguien que te tiene que dar un dinero ya apalabrado, te obliga a decirle el dinero que tienes y en vez de darte lo ya hablado te da en función de lo que tú le dices que tienes, además te pregunta sin avisarte cómo va a utilizar tu respuesta y lo que hace es condicionar el dinero que te da a lo que tienes y además hace pública tu respuesta para crear opinión en tu contra.

Para mi eso es actuar de forma rastrera, con doble intención y manipulando la situación.

Pues eso ha hecho la Junta de Castilla y León a los centros públicos de enseñanza, les ha preguntado el saldo que tienen en sus cuentas ya que cada centro público, dentro de su autonomía, se administra los gastos de funcionamiento cada cual con una cuenta. Les ha preguntado sin tener en cuenta las facturas y los pagos pendientes que tuvieran, ni los gastos que tengan comprometidos. Una vez conocidos los saldos la Junta ha hecho de su capa un sayo, ejerciendo el poder de quien tiene el dinero y lo ha repartido según su criterio aplicando la tijera, algo se sospechaba antes de las elecciones, pero bien callado se lo tenían, no fuera a ser que les saltara en la cara y ahora, para amortiguar la mala prensa de este recorte puro y duro, sacan en titulares que la suma de esos saldos da 16 millones de euros, presentado como «ahorro» indebido, esto es manipular a la opinión pública y para remate, después de haber hecho el daño, la Junta dice que ha habido falta de comunicación.

Lo que ha habido es una chapuza que ha provocado que todos los centros no sepan ni qué hacer y no han saltado aún porque las direcciones de los centros lo que quieren no es salir en la prensa, lo que quieren es el dinero que le corresponde y seguir funcionando sin tener ni estos sobresaltos ni la demora en la entrada de dinero y si este curso son 52 millones, eso es lo que debe llegar a los centros.

Para el siguiente curso que proponga un nuevo sistema, pero con las cartas sobre la mesa.

Guillermo Martín Cabello