En nuestro anterior comunicado con fecha 28/09/2011, informábamos sobre el Juicio que se iba a celebrar el 5 de Octubre* ante las dos denuncias contra el PECE, una interpuesta por CGT y Trabajadores Unidos, y la otra por el Comité de Empresa en su conjunto.
Antes de comenzar el juicio, y a propuesta de la empresa, se llega a un acuerdo con los dos abogados de la parte denunciante (el de CGT y el del Comité). Dicho acuerdo consiste en aplazar el juicio 60 días (tope que marca la Ley) a la espera de que el Tribunal Supremo resuelva sobre el recurso de casación que interpuso la Empresa ante la sentencia favorable a CGT que la obligaba a retirar el sistema PECE.
Dicen que una retirada a tiempo vale más que mil victorias. En esto la empresa ha demostrado ser sabia, porque de celebrarse el juicio habría quedado en cuestión su buena fe y la legalidad del sistema PECE.
Como la empresa no puede dar marcha atrás a los acontecimientos por ella provocados, un aplazamiento le permite congelar la imagen y que aparentemente todo vuelva a la situación anterior al 12 de Abril, día en el que inició el famoso periodo de consultas fraudulento. Volvemos al escenario de espera de finalización del proceso iniciado por CGT en solitario, cuyas consecuencias serán la retirada del PECE en montaje Valladolid, y el haber evitado su posible implantación en otras factorías como Motores o Sevilla. A partir de ahí si quiere modificar algo tendrá que negociar de buena fe ateniéndose a lo que marca la Ley sobre ritmos y salud en trabajo y teniendo en cuenta el informe de la inspección sobre el sistema PECE (si le quedan ganas de implantarlo).
Esto demuestra tres cosas:
CGT teníamos razón cuando no nos quedó otro remedio que interponer la denuncia en solitario.
La empresa no puede hacer lo que quiera, debe negociar cualquier modificación que afecte a las condiciones de trabajo.
LA LUCHA, al final da sus frutos.
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