VALLADOLID: Tres trabajadores despedidos de Iveco por tener bajas médicas en los últimos años, iniciaron este miércoles una acampada a las puertas de la factoría de la empresa en Valladolid con el fin de pedir su readmisión, ya que consideran que su despido está injustificado y responde a un intento por dar ejemplo para acabar con el absentismo en la empresa.
Los tres acampados (a los que uno más no ha podido sumarse por problemas de espalda) pertenecen al grupo de once personas a los que la empresa ha despedido por coger bajas, aunque el resto ha aceptado las indemnizaciones ofrecidas por Iveco, que reconoce el despido improcedente, según explicaron a Europa Press los trabajadores acampados.
Entre ellos se encuentra Óscar Álvarez, quien cree que lo que la empresa quiere es que no se cojan bajas y han elegido a un grupo de trabajadores para su despido y «aleccionar» a los demás. En su caso, afirmó que llevaba 13 años en la empresa y mucho tiempo sin baja, pero aseguró que durante un año estuvieron «acosándole».
Álvarez aseguró que quieren que se reconozca que no son unos «vagos y jetas» sino que son humanos y no unas «máquinas», porque además cuentan con «métodos» y ritmos que calificó de «inhumanos» y que además con el nuevo convenio se verán incrementadas.
Por su parte, Francisco Javier Sastre ha tenido varias bajas y ha pasado por quirófano, la última vez por una hernia, que la empresa no quiere reconocer como accidente de trabajo, explicó el propio afectado, quien pidió su readmisión e insistió en que Iveco ha reconocido la improcedencia de los despidos.
También incidió en que el motivo, a su juicio, también se debe a que se ha encontrado un absentismo «grande» dentro de la factoría y de esta forma se ha «acobardado» a la gente para que no haya tantas bajas.
En el lugar de la acampada, donde montaron su tienda de campaña y una pancarta en la que reclaman su readmisión, estuvieron representantes de UGT y CGT, pero no de Comisiones Obreras, quien sí expresó su apoyo a los trabajadores.