Sarkozy ha ganado una batalla pero no ha ganado la guerra

 

Y pasó lo que nos temíamos. Lo que preveíamos que podía acontecer. Sobre tododespués de oír las manifestaciones de los Jefes de Estado y de Gobierno de lospaíses que integran la Unión Europea tras la Cumbre de Bruselas del pasado día 16 deseptiembre. Permitan que no lo digamos nosotros, que podríamos ser acusados deparciales, y seguramente con razón. Lo han dicho los periodistas especializados ylos analistas políticos más independientes. Estos son algunos titulares:

Ø Bruselas se pliega a Sarkozy en la polémica sobre la expulsión de losgitanos.

Ø La Comisión Europea renuncia a sancionar a Francia.

Ø Bruselas recula y acepta las explicaciones de Francia.

Ø Francia se felicita por salir «con la cabeza alta».

Ø Bruselas renuncia a sancionar a Francia por discriminación contra los gitanos.

Ø El Elíseo se felicita por la decisión de la Comisión Europea.

Ø El Ejecutivo comunitario da por bueno el argumento de Sarkozy de que lasdeportaciones fueron justas y legales.

Ø La comisaria Reding da por hecho que Francia no terminará ante la justicia.

Ø Pulso político sobre derechos fundamentales de la UE. Bruselas cede anteFrancia en las expulsiones de los gitanos.

Ø La Comisión Europea renuncia a expedientar a París por discriminación0.

Ø La acusación de discriminación era muy grave y los comisarios europeos no sehan atrevido a mantenerla sobre todo, por no enfrentarse a Francia.

Y como estos, muchos más.

La Comisión Permanente de la Unión Romaní, reunida con carácter de urgencia paraestudiar el comunicado hecho público por la Comisión tras su reunión de ayer en laque durante más de dos horas estuvieron discutiendo sobre las deportaciones degitanos rumanos y búlgaros efectuadas por el Gobierno francés, debe hacer lassiguientes precisiones:

Primera: Manifestar, una vez más, nuestra profunda decepción por el resultado finalde la deliberación efectuada por los señores Comisarios. La transcripción de losanteriores titulares, que hacemos nuestros, pueden ser un buen catalizador denuestro estado de ánimo.

Segunda: Una vez más los dirigentes políticos de nuestras instituciones europeas sepierden en una maraña de palabras que al final no dicen nada nuevo que no se hayadicho con anterioridad. Pero esta terminología, donde se mezcla todo, donde se hablade obligaciones jurídicas al tiempo que se tratan programas sociales, donde sedetectan incumplimientos formales de las Directivas europeas pero se dice que laComisión vela por el cumplimiento de los Derechos Humanos consagrados por losTratados, al final siempre acarrean perjuicios para los más débiles e indefensos.

Tercera: El punto 2 de la Declaración de la Comisión es buena prueba de ello. Diceque “Los Estados miembros son responsables y tienen derecho a adoptar las medidaspara proteger la seguridad y el orden público en su territorio”. Cosa que nos parecebien y necesario. Pero al mismo tiempo dice la Comisión que los Estados, “alhacerlo, deben respetar las normas establecidas en la Directiva de 2004 sobre lalibre circulación”. Evidente incongruencia cuando la Comisión sabe y los expertossaben que Francia todavía no ha hecho la transposición de esa Directiva a suOrdenamiento Jurídico nacional. Razón que debería ser suficiente, a la vista deltrato que los gitanos hemos sufrido en los últimos meses, para que se iniciara unexpediente sancionador. No se ha hecho. Y condescendientes con el Elíseo, como conlos malos estudiantes, la Comisión le ha dado a Sarkozy una plazo de dos semanaspara que, al menos, le mande un borrador donde exprese de que forma va a implementarla Directiva de la Libre Circulación a sus propias leyes nacionales.

Cuarta: Es a todas luces evidente que el Gobierno francés ha violado los derechosfundamentales de los ciudadanos de la Unión Europea. Ha actuado de formadiscriminatoria contra los gitanos rumanos y búlgaros y lo ha hecho contra ellos porrazón de su pertenencia a una minoría étnica. Así lo ha visto el mundo entero (menoslos que, evidentemente, no lo quieren ver). Pero, sobre todo, lo ha visto elParlamento Europeo que aprobó días pasados una Resolución modélica condenatoria delas deportaciones francesas y así lo expresó la semana pasada la Comisaria deJusticia, Viviane Reding cuando dijo: “Estoy personalmente convencida de que laComisión no tendrá otra salida que abrir procedimientos de infracción contraFrancia: por una aplicación discriminatoria de la directiva de Libertad deMovimiento y por no haber traspuesto las garantías procesales y sustantivas de ladirectiva de Libertad de Movimiento”.

Quinta: La Comisión Europea nos ha decepcionado profundamente porque no ha tenido lavalentía necesaria para abrir contra el Gobierno francés un procedimiento pordiscriminación ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea. Este es el delitomás grave que, a juicio de la Unión Romaní, ha cometido el presidente Sarkozy porqueperseguir, discriminar y deportar a un grupo de personas, sólo porque son gitanos,pulveriza los cimientos de la Unión Europea y convierte en letra muerta los Tratadosy la Carta de Derechos Fundamentales.

Sexta: Contemplamos con dolor que el presidente francés, sabedor de la importanciadel país que preside, conocedor de que muy pocos tendrían el arrojo de plantarlecara, se ha salido con la suya. Toda la opinión pública ha sido conocedora del duroenfrentamiento que mantuvo con el presidente de la Comisión José Manuel DuraoBarroso a propósito de las declaraciones de la comisaria Viviane Reding. En aquellaocasión el presidente Sarkozy dijo amenazadoramente que si la Comisión Europeainiciaba contra su gobierno un expediente de infracción por discriminación loconsideraría como una “declaración de guerra”.

Séptima: Sin dar un solo tiro, sin sacar la espada de la vaina, Sarkozy ha ganadoesta batalla. Ante si ha tenido a un rebaño de hombres y mujeres indefensos que sinmás armas que las que da el coraje para no morir de hambre han aprovechado laoportunidad que le brindan las leyes para establecerse en un lugar donde, al menos,tuvieran la esperanza de sobrevivir. Su “declaración de guerra” no ha sido contrasus compañeros del Consejo ─¡que triste papel el de los gobiernos de Rumania yBulgaria, callados como muertos!─ sino contra los niños y los ancianos que seacercaron por primera vez a una tierra donde los primeros podían tener la esperanzade un futuro ilusionador en libertad y los segundos un final de sus vidas más dignodel que les esperaba en sus tierras de origen.

Octava: El presidente Nicolás Sarkozy ha ganado esta batalla, pero no ha ganado laguerra. Porque nosotros, desde la extrema humildad de nuestros orígenes, desde lacarencia más absoluta de recursos económicos, llegaremos aunque sea a rastras, anteel Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas para que sean los jueces, los 27jueces del Tribunal, quienes dicten una sentencia que nosotros no dudamos que seráejemplar y condenatoria contra el Gobierno francés.

Por la Unión Romani

Juan de Dios Ramírez-Heredia

Presidente