CGT se persona en la querella contra el juez Varela

 

La indignación no permite apreciar la magnitud de la decisión del Tribunal Supremo al sentar en el banquillo al juez Garzón. Para CGT, podemos encontrarnos ante una decisión histórica porque con el procesamiento del juez Garzón no se ataca a un juez sino a las víctimas que confiaron en la reparación de la memoria y la dignidad de sus familiares a través de la vía judicial.

Con independencia de la evaluación global negativa que hacemos de las actuaciones del juez Garzón en otras causas y procedimientos, CGT va a seguir al lado de las víctimas y, por eso, se personará, junto a otras Asociaciones memorialistas, en la querella contra los magistrados del Tribunal Supremo, Juan Saavedra y Luciano Varela, como principales impulsores de la causa contra este juez Es abril y pensamos que también es 1939. De nuevo la bota del franquismo aplasta las ideas, los anhelos de justicia. Una banda de seguidores del fascismo se creen con el derecho y la obligación de continuar pisoteando a las víctimas y asesinatos cometidospor el régimen franquista durante la guerra y durante los 40 años de dictadura.

CGT no es que confiara en la acción judicial de este país, como el tiempo hademostrado, para conseguir la condena del franquismo por cometer delitos contra la humanidad, aunque tendremos que acabar en la justicia internacional. Ya hace años que organizaciones e instituciones internacionales han denunciado la pasividad del estado español ante los crímenes cometidos durante la época más gris de la historia de estepueblo. Han recordado, en varias ocasiones, al gobierno español la necesidad de que se abra una investigación sobre las masacres sucedidas en España y que, con el paso de las décadas, continúa sin resolución.

Seguimos sufriendo una ley de amnistía que ha permitido que continúe todo como estaba durante la dictadura. Y ello lleva a que tras 70 años sigan enterrados en cunetas miles de personas que lucharon por la libertad y continúen sentenciados bajo pronunciamientos judiciales de militares y jueces completamente parciales que no permitían ni defensa a los encausados.