Eladio Perlado: último acto

 

Se ha hecho pública la ratificación de la condena a dos años de cárcel para seis de los acusados por los hechos ocurridos en la avenida Eladio Perlado el 18 de agosto de 2005. Una sentencia que supone el último acto de un culebrón jurídico que pone de manifiesto la voluntad de condenar la negativa de Gamonal a una imposición urbanística.Medios de comunicación locales han hecho pública la ratificación de la condena de dos años impuesta a seis de los acusados por los hechos ocurridos durante la tarde-noche del 18 de agosto de 2005. La sentencia condenatoria data de las vistas orales celebradas en marzo en 2008 en las que dos vecinos, de los ocho que se sentaban en el banquillo, fueron absueltos.

Además de la ratificación de las penas de prisión el auto impone una multa de 13.211 euros que los condenados deberán hacer efectiva al Ayuntamiento de Burgos en concepto de indemnización. Cabe destacar que 5.918 euros del total de la cantidad impuesta se destinarán al pago de las horas extras efectuadas por la Policía Local. La actuación de este cuerpo policial durante aquella jornada hizo que varios vecinos acabaran en el hospital, uno de los cuales en estado grave, tras recibir un pelotazo de goma a bocajarro. Un policía local fue inicialmente condenado por su actuación durante aquella tarde, siendo posteriormente absuelto tras el recurso interpuesto.

Ninguno de los vecinos condenados deberá ingresar en prisión al ser la condena no superior a dos años. Cabe destacar que en el proceso contra los vecinos de la avenida Eladio Perlado el Ayuntamiento de Burgos se personaba como acusación particular solicitando 7 años de reclusión. Posteriormente el Tribunal Superior de Castilla y León declaró ilegal el parking subterráneo que el Consistorio burgalés proyectaba construir en la avenida Eladio perlado.

A casi un lustro de los acontecimientos del 18 de agosto la actual ratificación de la sentencia pone de manifiesto la inequívoca voluntad institucional de poner punto final con una condena ejemplarizante. No obstante, la sentencia elude el escándalo social que supondría la entrada en prisión de los vecinos acusados que podría desembocar en una reactivación del conflicto.

Más allá de los formalismos jurídicos, la lucha contra el parking ha demostrado que la unión solidaria de los habitantes de un barrio puede poner freno a las imposiciones especulativas. Una lucha que, sin duda, valió la pena. Por supuesto oponerse a los desmanes de los poderosos nunca es fácil, ni a menudo tampoco gratificante, pero los vecinos de Gamonal (y los solidarios con los acusados) han dejado marcado en muchas conciencias un hito en la historia de Burgos que debe servir de ejemplo para muchas otras luchas futuras.

Fuente: diariodevurgos.com