Greenpeace denuncia en una nota que la central nuclear de Garoña se ha visto obligada a realizar una parada por motivos de seguridad, a causa de «fallo prolongado de una válvula del pozo seco del circuito primario, cuya fuga de agua radiactiva del circuito primario ha sido imposible contener», y pide al Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) que dé información detallada sobre el volumen de la fuga y desde cuándo se viene produciendo, en vista de que no ha emtido ninguna nota al respecto ni informa de ello en su web.
Según la organización el fallo sería importante ya que se trata de una fuga de agua radiactiva del circuito primario y no de una simple parada de mantenimiento como tratan de aparentar desde Nuclenor
Greenpeace denuncia el «lamentable» estado de seguridad de la central nuclear de Garoña y ha criticado que en julio de 2009 el Gobierno español ordenara su cierre definitivo para 2013, «en lugar de haber ordenado el cese de su funcionamiento de forma inmediata dados sus problemas de seguridad».
Asegura que la central de Garoña ha incumplido varios de los requisitos que el CSN previamente les había exigido para prorrogarle la licencia: la sustitución del cableado eléctrico y solventar los reiterados problemas de la ventilación de emergencia de la contención.