Peces muertos por un vertido en Garoña

 

Los ecologistas han denunciado la aparición de peces muertos en el río Ebro en las proximidades de la central nuclear de Garoña (Burgos) durante la noche del día 12 de noviembre. Las causas de esta mortandad se deben a un vertido de la central nuclear cuya naturaleza y alcance se desconocen.

El vertido podría deberse a un escape de algún producto químico de los usados para la limpieza del circuito de refrigeración, que es abierto al río Ebro, o también a una liberación de agua demasiado caliente. Ambos casos tendrían efectos negativos sobre la fauna y la flora del río.

Los canales y tuberías del circuito de refrigeración se someten de vez en cuando a operaciones de limpieza con productos muy agresivos, por lo que no se puede descartar un escape de uno de éstos. Existe ya el precedente de la central nuclear de Trillo que sufrió una fuga de ácido sulfúrico a mediados de los 90, aunque en aquella ocasión el vertido no llegó al río Tajo.

Por otra parte, existen unas severas limitaciones sobre la temperatura a la que puede verterse el agua en los ríos que refrigeran las centrales nucleares. La diferencia de temperatura entre el agua de entrada y salida no puede superar los 3ºC y la temperatura del agua de vertido no debe superar los 30º en ningún caso. Un vertido de agua caliente podría también originar una mortandad de peces, tal como ya ha sucedido a mediados de los 90 en las centrales de Almaraz (Cáceres) y Zorita (Guadalajara).

Ecologistas en Acción pide que se investigue la naturaleza del escape y que se sancione a los responsables de la central por las afecciones causadas al río Ebro. Como se ve, el mantenimiento de la central en funcionamiento puede traer consecuencias negativas para el medio ambiente.

Fuente: Tercera información