En recuerdo de Eladio ….

 

Me resulta imposible recordar exactamente cuando conocí a Eladio Villanueva. Supongo que fué al comenzar a militar -como tantos jóvenes de mi generación-en el movimiento Anti-Otan allá por los primeros 80, una hermosa época que siempre recuerdo con cierta nostalgia. Ya entonces a Eladio se le conocia en Valladolid con el apodo de «El Egipcio», motivado, al parecer, por la forma que daba a su abundante y espeso cabello negro. Tan espeso y rizado era, que cuentan que el compañero de su clase que tras él se sentaba escondía en él las chuletas que usaba en los exámenes. Buena generación aquella del Instituto Ferrari.

Constituimos entonces el comité Anti-OTAN de Valladolid que fue el germen de numerosos colectivos y luchas que, como las amistades que en ellas se forjaron- han perdurado hasta hoy. El Garbanzo Negro y Radio Caribú iniciaron el camino que no a pocos nos llevaría a lo que hoy conocemos como CGT.

Los recuerdos se agolpan en mi cabeza y el dolor que siento me impide reflejarlos con exactitud, pero recuerdo con inmenso cariño las comidas y cenasque celebrábamos en el piso que compartía con Esther y Acracia en la calle de la Estación, los conciertos punkis que organizamos para lograr dinero para la emisora, los primeros pasos de la Organización el el local de la calle Verbena, la dolorosa pérdida de las siglas CNT -lo primero que hice al conocer la noticia fue ir a «llorar» sobre su hombro- y hasta el primer y único concurso de pechos masculinos del bar «Kaos».

Demasiados recuerdos y demasiado dolor. Son muchas horas y muchas vivencias.

Creo que conozco a pocas personas que hayan logrado mantener infinidad de amistades a lo largo de todo el territorio estatal y durante tanto tiempo. En cualquier sitio conocía gente, lugares y locales que visitar. Durante mucho tiempo, especialmente mientras fue Secretario General, viajaba constantemente.Una vez me comentó que en ocasiones al despertar no sabía en que lugar se encontraba. Todo el mundo le abría la puerta de su casa.

Eladio duerme ya para siempre, pero su hermoso legado vivirá para siempre entre nosotros y nosotras, en los que llevamos un mundo nuevo en los corazones, en los que no traicionaremos jamás su memoria y la de todos y todas luchadores que en el mundo haya.

QUE LA TIERRA TE SEA LEVE, HERMANO, COMPAÑERO, AMIGO. VIVIREMOS POR TI. CONTINUAREMOS EN LA LUCHA.

Julio Isla Zorita (militante de CGT Valladolid)