Hálito Durruti: CGT de Castilla y León inicia una campaña para sufragar el coste de fabricación e instalación

 

Tras muchos años de gestiones la CGT acuerda iniciar una campaña de ayuda para sufragar el coste que tiene fabricar e instalar este “hálito” en la ciudad de León.

Buenaventura Durruti es un personaje universal y no es el objetivo de esta obra realzar su persona y su ideario político, aunque ambos lo merezcan, sino el espíritu, el HÁLITO que lo animó, compartido por miles de mujeres y de hombres que lo dieron todo por crear un mundo mejor, más justo, más igualitario y más solidario, en base a unos VALORES ÉTICOS de entrega, respeto, honestidad, autodisciplina, responsabilidad y visión del bienestar general que son un auténtico PATRIMONIO MORAL de nuestra sociedad en estos tiempos, los de ahora mismo, en que el consumismo, el egoísmo personal y la falta de respeto a lo común, crean grandes problemas de convivencia y de aparente falta de valores éticos de identidad y de cohesión social.

León tiene la inmensa suerte de haber sido la cuna de este gran personaje que simboliza estos valores, representando a todo el colectivo que los generó y los sustentó, y la Plaza de Santa Ana su barrio natal, el lugar de sus primeras luces.

Las principales características de estas mujeres y hombres fueron sus orígenes humildes, su sencillez, su sentido de la responsabilidad, su RECTITUD, su entrega apasionada a los objetivos comunes, su respeto a los demás, su afán de aprender, su autodisciplina, en suma, su LUZ INTERIOR generada por el gran amor y los altos ideales con los que se entregaron en todo momento.

Esta obra, esta escultura, quiere honrar esa MEMORIA, esos valores y esa actitud de total entrega para construir el BIEN DE TODOS, en base al ejercicio de la igualdad y el respeto, desde la sencillez y la armonía. Formalmente, la roca simboliza la firmeza, la rotundidad de las convicciones; la piedra caliza a la sencillez del paisanaje, su origen popular y humilde, su formar parte del paisaje común, su no destacar. En su interior, como en las geodas, está su esencia, lajoya de su espíritu de luz, su HÁLITO. Como una FLOR DE LUZ INTERIOR, este HÁLITO lo realizaremos, incrustado en la roca vaciada, forrando sus paredes interiores curvadas de plancha de bronce dorado pulido y entre ellas un cilindro de las mismas características que, a modo de pistilo, simboliza la RECTITUD y la FIRMEZA DE ÁNIMO de ese conjunto de V ALORES ÉTICOS que en MEMORIA de TODAS ESAS MUJERES Y HOMBRES que las ejercieron, constituyen un valiosísimo PATRIMONIO MORAL de toda nuestra sociedad que, en agradecimiento a su entrega y a su ejemplo, debemos de recuperar y volver a poner en valor de uso. Ésa y rescatar del olvido la memoria histórica es la intención de HÁLITO DURRUTI.